Actualmente, en el mercado existen diversos tipos de lentes para atacar diversas afecciones visuales. Entre los principales podemos encontrar los lentes monofocales, progresivos y bifocales, recetados según los problemas en los ojos que presentes.
¿Qué son los lentes monofocales y cómo te ayudan?
Los lentes monofocales se distinguen por tener la misma graduación en toda la superficie de la mica, lo cual los hace excelentes para tratar enfermedades visuales como miopía, astigmatismo, presbicia e hipermetropía, proporcionando una mejor vista .
Cabe mencionar que para cada afección existe un tipo de lente especializado, el cual será recomendado por tu oftalmólogo con base en un examen de la vista previamente realizado.
Dentro de las principales características que tienen los lentes monofocales podemos encontrar:
Materiales de la mica: minerales, orgánicos y de policarbonato.
Tipos: blancos, de colores, espejeados, polarizados y degradados.
Tratamientos de la lente: endurecidos y antirreflejantes.
¿Qué tipo de lentes monofocales tienes que usar?
Sólo tu oftalmólogo puede podrá recomendarte el tipo de lente adecuado a tus necesidades; sin embargo, aquí te dejamos algunos tipos de lentes monofocales. ¡Conócelos!
Lentes monofocales para miopía
Haciendo uso de estos lentes, las personas con miopía podrán enfocar mejor los objetos que se encuentren lejos debido al tipo de graduación y al ancho de la mica.
Lentes monofocales para presbicia
Las personas que presentan presbicia, mejor conocida como vista cansada, son aptas para el uso de este tipo de lentes por el hecho de que les ayudan a no esforzar tanto los ojos al querer enfocar objetos, leer y escribir.
Lentes monofocales para astigmatismo
Esta afección visual es muy común. Usar los lentes puede ayudar a mejorar la visión, ya que se mejora la percepción de los objetos y se disminuyen las vistas borrosas.