Los lentes de seguridad son diseñados para proteger y cuidar los ojos de lesiones durante el trabajo en diferentes entornos laborales. Estos lentes suelen ser resistentes a impactos y están hechos de materiales duraderos y transparentes que permiten una visión clara.
Los lentes de seguridad son usados en trabajos con riesgos para los ojos, como construcción, laboratorio, productos químicos y herramientas eléctricas. Otros ejemplos son trabajos con maquinaria, soldadura y trabajos con líneas de alta tensión. Es importante que los lentes de seguridad se ajusten al usuario para brindar la mejor protección posible.
Tipos de lentes de seguridad
Hay varios tipos de lentes de seguridad disponibles en el mercado, incluyendo lentes con protección antiniebla, polarizados, lentes de colores y lentes con protección UV. Algunos de los tipos más comunes son:
Los lentes fabricados con policarbonato son más fuertes que los lentes normales, ofreciendo una mayor protección contra los golpes y los arañazos. Esto los hace ideales para trabajos de construcción, carpintería y otros que pueden generar fragmentos voladores.
Lentes de acetato: ideales para trabajos con productos químicos, ya que brindan una protección superior contra salpicaduras químicas.
Lentes antiniebla: tienen un recubrimiento especial que evita que se empañen, lo que los hace ideales para trabajos en ambientes húmedos o con cambios de temperatura constantes.
Lentes polarizados: perfectos para trabajos al aire libre en los que la luz solar puede ser un problema, ya que reducen los reflejos y mejoran la claridad visual.
Los lentes de colores ofrecen mayor protección contra los destellos y el brillo. Esto puede ser útil para trabajos de soldadura o que tienen exposición a la luz intensa.
Lentes con protección UV: protegen los ojos de los rayos UV del sol, lo que es importante en trabajos al aire libre.
Es importante seleccionar el tipo adecuado de lentes de seguridad para el trabajo que se va a realizar.
