Cuidar tus ojos va más allá de una graduación correcta y de tener buenos hábitos. La prevención de lesiones debe ser de las prioridades al pensar en salud visual. Las lesiones oculares afectan a más de 2.5 millones de personas todos los años, pero el 90% de ellos podrían prevenirse. Hay que tener especial atención en momentos cotidianos como el trabajo, el uso de productos químicos y al practicar deportes.
Te dejamos una breve guía de cómo mantener tus ojos a salvo en todo momento.
En casa:
Tener especial cuidado con los productos químicos para el hogar. Su mal uso causa más de 125 mil lesiones oculares al año. Lavarse las manos después de usarlos y evitar tocar los ojos.
Al usar detergentes o solventes, es mejor usar lentes de seguridad si cuenta con ellos.Alejar de la cara al abrir botellas de vino o de bebidas con gas. Y de preferencia evitar apuntarlas a otras personas.
Colocar luces y barandales en zonas de riesgo en casa para evitar accidentes.
Utilizar lentes de sol en áreas con mucha luz natural.
En épocas festivas: cuidar que solo adultos manipulen los fuegos artificiales y con extrema precaución.
Al hacer ejercicio:
Si es recomendado, use goggles deportivos al practicar deportes como basquetbol.
Siempre utilice cascos o máscaras faciales en deportes de alto riesgo.
Al maquillarse:
Cuidar que no se usen productos caducos que puedan irritar los ojos. Usualmente viene la fecha de caducidad en cada producto.
Si usa lentes de contacto, cuidar que no se queden depósitos de maquillaje al retirarlos.
Para prevenir alergias, hacer pruebas del maquillaje antes de usarlo, especialmente en delineadores, rímel y otros productos que estén cerca del ojo.
Optar mejor por cosméticos sin perfume e hipoalergénicos.
No pedir prestado ni comparta cosméticos con otras personas.
No usar saliva o agua para aligerar los cosméticos.
Al trabajar:
Colocar más alejada la pantalla para evitar el cansancio visual.
Acomodar los materiales de trabajo y lectura lo más cerca de la computadora para evitar mucho movimiento de cabeza y ojos además de cambios de enfoque.
Minimizar los reflejos de luz y resplandores.
Limpiar la pantalla de polvo.
Programar descansos periódicos para descansar la vista.