Desde que nacemos, la vista se va formando y es hasta que tenemos cuatro años que podemos hacernos nuestro primer examen visual. Y podemos considerar que tenemos un desarrollo visual completo en el que “aprendemos a ver” hasta los 8 o 9 años cuando los ojos terminan de alinearse y logran enfocar el mismo punto correctamente.
Antes de esto, este sentido va madurando poco a poco, con procesos que pueden ser desconocidos por la mayoría. Es justo en la infancia en la que pueden ocurrir problemas, que de no ser tratados o corregidos, pueden afectar la visión de esa persona para toda la vida.
Por otro lado, es justo una etapa en la que sabemos que estamos aprendiendo todo sobre el mundo, por lo que no queremos que se pierdan nada los más pequeños al momento de ir a la escuela. Te contamos cómo es esta evolución natural y dónde hay que prestar mayor atención.
La vida empieza en gris
Un bebé recién nacido tiene una visión muy diferente a la de un adulto o un niño pequeño. El bebé todavía no puede ver colores, solo tonos de gris; tiene una visión borrosa y no puede enfocar objetos que estén a más de 20 a 30 cms de distancia. Y contrario a lo que podríamos pensar, son menos sensibles a la luz ya que necesitan, en promedio, 50 veces más luz para poder percibirla. El tamaño también influye porque su ojo es ¾ veces más pequeño que el de un adulto. Desde este momento y hasta los dos años van desarrollando la vista para comenzar a ver en colores a los pocos meses, mejorar su percepción de la luz y tener una vista nítida.
Principales padecimientos
La visión de los niños puede ser afectada por dos grupos principales: el primero son los problemas cotidianos y cortos. Por ejemplo, el ojo rojo causado por bacterias, virus o alergias.
El segundo grupo son condiciones que pueden afectar la visión y provocar alternaciones, como el “ojo flojo”. Conocido también como ambliopía es cuando hay problemas del lente y/o estrabismo, es decir desviación de los ojos.
Prevención y recomendaciones
Desde el nacimiento podemos ayudar al bebé a estimular su vista con estos consejos:
- Una buena alimentación
- Ofrecer objetos brillantes y de alto contraste
- Estimular la coordinación visual entre manos y ojos con juegos de construcción
- Colocar una luz nocturna en su cuarto que pueda observar de noche
- Explorar con distintas formas y colores
- Hablarle al bebé mientras caminamos para que siga visualmente la voz
Es recomendable comenzar por el examen visual de los niños a los 4 años que permitirá tener un panorama completo en el que podamos detectar si hay alguna condición que le este afectando. Es importante mencionar qué si hay antecedentes familiares de enfermedades visuales congénitas, se debe adelantar este examen. También si se detecta que el pequeño presenta alguno de estos signos:
- Con frecuencia achica los ojos para enfocar
- Gira mucho la cabeza para ver un objeto
- Evita leer o pintar (niños mayores)
- Párpados rojos o con legañas
- Problemas para seguir objetos y personas con la vista
Si ha llegado a los cuatro años o has notado que tiene algún síntoma, agenda su examen aquí: